
Un matrimonio fue sorprendido mientras dormian en su domicilio de Merlo Norte
Investigadores de la UBA afirman que el 60% de la población está expuesta al arsénico y hasta el 30% del agua envasada tienen valores de nitrato por encima del límite recomendado.
Investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) alertan sobre los desafíos en la garantía de agua segura en Argentina. Según estudios recientes, casi el 60% de la población está expuesta al arsénico, mientras que hasta el 30% del agua envasada supera los niveles recomendados de nitratos, lo que plantea serios riesgos para la salud pública.
Si bien el 85% de los hogares accede a una red pública de agua, la calidad del suministro varía según la región y la gestión del servicio. Expertos enfatizan que garantizar agua potable segura requiere controles rigurosos, inversión en infraestructura y políticas unificadas para reducir desigualdades y prevenir enfermedades vinculadas al agua contaminada.
Contaminantes que amenazan la calidad del agua
Los contaminantes microbiológicos, como virus, bacterias y parásitos, representan una de las principales amenazas para la salud, al transmitirse por vía fecal-oral y causar enfermedades como fiebre tifoidea, cólera y hepatitis A.
Por otro lado, los contaminantes químicos, como arsénico, plomo y nitratos, generan efectos a largo plazo, incluyendo enfermedades crónicas y distintos tipos de cáncer. En varias provincias, el arsénico en aguas subterráneas constituye una preocupación grave, ya que la exposición prolongada provoca el Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), asociado a lesiones en la piel y mayor riesgo de cáncer.
En los últimos años, ha surgido una nueva preocupación: los contaminantes emergentes, entre ellos fármacos, pesticidas y productos cosméticos detectados en concentraciones mínimas en el agua. Aunque su impacto en la salud aún se estudia, organismos como la OMS y la Agencia Europea de Medicamentos los han identificado como una prioridad de investigación.
Expertos advierten sobre los riesgos del arsénico y nitratos
El Dr. Alfredo Gallego, bioquímico-farmacéutico y especialista en Ciencias Químicas y Ambiente, advierte sobre la exposición masiva al arsénico y los riesgos del nitrato, especialmente en lactantes:
"La exposición al arsénico se estima en casi dos tercios de la población. En cuanto al nitrato, el problema no solo afecta al agua de red, sino también al agua envasada. Hasta un 30% de las marcas analizadas superan los valores recomendados. En altas concentraciones, el nitrato es tóxico para bebés menores de 4 meses o prematuros que consuman fórmula láctea preparada con agua contaminada. Se trata de una población específica, pero el efecto es grave."
La discusión sobre los límites aceptables de arsénico en el agua sigue abierta, ya que su reducción requiere inversiones significativas en sistemas de remoción.
El agua de red en Argentina: seguridad relativa y desafíos de gestión
Aunque en la mayoría de los casos el agua de red es segura, su calidad depende de los controles de los prestadores. La coexistencia de operadores públicos y privados, junto con una regulación fragmentada, dificulta una garantía uniforme. Casos como los brotes de diarrea en Berazategui (2016) y Rojas (2004) evidencian la necesidad de monitoreos constantes.
Para minimizar riesgos, los especialistas recomiendan:
Verificar la higiene del tanque de agua domiciliario al menos una vez al año.
Hervir el agua durante cinco minutos o agregar dos gotas de lavandina por litro antes de consumirla.
Realizar análisis periódicos para detectar contaminantes químicos y, si es necesario, utilizar filtros específicos.
Garantizar agua segura en Argentina sigue siendo un desafío pendiente. Expertos insisten en la necesidad de políticas coordinadas, inversión en infraestructura y educación pública para reducir desigualdades y proteger la salud de la población.
Un matrimonio fue sorprendido mientras dormian en su domicilio de Merlo Norte
El violento robo conmocionó a los vecinos de Castelar, luego de que cuatro delincuentes ingresaran durante la madrugada a una vivienda y torturaran brutalmente a su dueña, una mujer de 58 años, porque no tenía dinero.
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